Algo de qué hablar by Joanne Rock

autor:Joanne Rock
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 1999-12-31T23:00:00+00:00

Capítulo 9

—Tienes que denunciarlo a la policía.

Aquel mismo día, Amanda habló con el antiguo compañero de Dan, y sus palabras confirmaron sus peores presagios. Ya había recibido varias llamadas como aquélla, pero no había ido a la comisaría por temor a estar cometiendo un error, por temor a ser el resultado de su paranoia. Sin embargo, saber que Kevin estaba de acuerdo con ella terminó convenciéndola. Aunque Benny Orway estaba obligado por la ley a permanecer en Los Ángeles y a no salir de California, no estaba dispuesta a correr ningún riesgo.

No podía plantearse arreglar las cosas con Robbie mientras no se sintiera completamente segura en aquella nueva casa y sus hijos estuvieran a salvo.

—¿Crees que hay alguna forma de averiguar quién está haciendo esas llamadas, o se limitarán a apuntar mi queja y nada más? —preguntó Amanda, inquieta ante la idea de que acudir a la policía no sirviera para nada.

Además, la idea de entrar de nuevo en una comisaría y ver a hombres y mujeres vestidos con el mismo uniforme que había llevado su marido durante tantos años no le hacía sentirse bien precisamente.

—Deberían hacer las dos cosas. Si tienes suerte y te toca alguien comprometido con su trabajo, puede llamar a la compañía de teléfonos de Kentucky para que esté alerta. De ese modo, en cuanto recibas una llamada anónima, podrías contactar y averiguar el origen de la llamada. Una vez que han recibido una solicitud de monitorización por parte de la policía, es fácil rastrear una llamada —dijo Kevin pacientemente.

—Pero… Por lo que me dices, Orway está en California y tiene que presentarse a su agente de la condicional, ¿no? —preguntó Amanda, sabiendo que Kevin la avisaría si se producía algún cambio al respecto.

—Sí, se ha presentado todas las semanas, como es su obligación Tengo a todos los compañeros alerta por si empieza a no hacerlo, u oyen algo sobre algún plan de venganza.

Amanda estaba con el teléfono en la puerta de la cocina, vigilando que sus hijos no se despertaran.

—Gracias —dijo cerrando los ojos unos segundos para tomar fuerzas—. Llamaré a la policía por la mañana y rellenaré una denuncia. Gracias por todo lo que estás haciendo por nosotros, Kevin.

—Dan habría hecho lo mismo por Katie y por mis hijos si la situación hubiera sido al revés —dijo Kevin, y Amanda oyó de fondo gritos, seguramente de alguien a quien acababan de detener—. ¿Todo va bien por allí?

Amanda sabía que Kevin no era muy hablador. Si estaba en contacto con ella tan a menudo, no era por charlar, sino por ayudarla.

—Todo el mundo se está portando fabulosamente —dijo Amanda recordando a Robbie, en cómo sus ojos se iluminaban cada vez que la veía—. Si no fuera por Orway, éste sería un buen lugar donde empezar de nuevo e intentar ser feliz.

—No te preocupes por él, lo tendremos vigilado.

Se despidieron. Kevin regresó a su ajetreada y peligrosa vida y Amanda se preguntó cómo iba a ser capaz de dormir con la duda de si Orway estaría merodeando por su casa o no.

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